A los diez años, Carmen Espinosa Noreña empacó su mundo en una maleta. Se fue de la Ciudad de México con la certeza de que quería quedarse. Pero la infancia no suele ser democrática, así que terminó con sus dos hermanos en Mazatlán, sintiéndose ajena al sol, la brisa y la cadencia de una ciudad que aún no la reconocía como suya.
De niña, en la Ciudad de México, soñaba con ser doctora. “Yo era una niña curiosa”, recuerda con una sonrisa nostálgica. “De verdad quería curar gente”, con esa mezcla de franqueza y ternura que la caracteriza. Pero el destino la acomodó entre libros y números con la misma facilidad con la que su padre, oriundo de Sinaloa, regresó a su tierra con el entusiasmo de un hijo pródigo.
El cambio fue brutal. Las calles bulliciosas de la Ciudad de México dieron paso a un puerto desconocido, donde el calor abrazaba como un viejo conocido y las escuelas parecían hablar otro idioma. “Para una niña de 10 años fue muy fuerte”, confiesa. “Recuerdo que me quería quedar en México, con mi abuelita. Incluso le pedí a mi mamá que me dejara allá”. Pero la vida tiene sus propias corrientes, y Carmen tuvo que aprender a nadar en aguas nuevas.
Carmen Espinosa Noreña: Revelación con impulso
Años después, ya convertida en una joven universitaria, descubrió que su verdadera pasión no estaba en los hospitales, sino en los números. “Las matemáticas eran lo mío”, dice con una sonrisa. “Me encantaban los números”. Fue entonces cuando aceptó una beca en el Tecnológico de Monterrey, una institución que le abrió las puertas a un mundo de posibilidades. “Era una oportunidad que no podía dejar pasar. Y además me daban toda la beca”.
En aquellos días, Carmen era una estudiante sobresaliente, del tipo que deja huella en los pasillos de la universidad. Pero no todo fue fácil, sin embargo, su talento para las matemáticas la llevó a destacar en un mundo que, en ese entonces, parecía dominado por hombres. “Creo que ahí empecé a entender que el talento es lo que te hace distinto”, reflexiona. Y así, poco a poco, comenzó a construir los cimientos de lo que sería su carrera.
Tanto, que su ingreso a Grupo Alerta fue casi accidental. “Yo no creo en esas cosas, yo creo que más bien no hay casualidades”, explicó sobre la manera en la que inició su trayectoria dentro de la empresa de origen sinaloense que actualmente opera en nueve estados de México y tiene presencia en los sectores energético, comunicación, construcción, automotriz y educativo.
Mujer ejemplo
Carmen cuenta que con trabajo y dedicación fue escalando en los puestos dentro de la compañía, hasta convertirse en la directora general, liderando marcas representativas como Gaspasa, Diesgas, Caligas, Vicasa Desarrollos, TVP, Popul Auto, Mazauto Motornation y Ford BajaCal.
Fue así como abrió brecha para otras mujeres colaboradoras, que encontraron en ella en quién reflejarse al recorrer su camino. “Tiene mucho que ver la confianza que me ha dado el grupo y en este caso el presidente, que es el ingeniero Madero, que nunca dudó del tema por: ‘Ah, es que es mujer‘, nunca se manejó esa línea”, aclaró.
Desde su posición, se ha acercado a un círculo de mujeres empresarias y profesionistas en el Noreste del País, que se reúne cada dos meses para mantener contacto y recibir capacitaciones con campo de acción enfocado al crecimiento.
Bajo su dirección, que ha perdurado once años, se consolidó a las empresas del sector energético de Grupo Alerta como líderes de la región; Además, su dedicación y compromiso la llevaron a ser reconocida como uno de los 300 directivos más importantes del Noroeste México y, en 2023, recibió la condecoración por parte de la Asociación Iberoamericana de Gas L.P. como mujer líder en la industria del gas. “Es un orgullo”, exclamó contenta con su nombramiento y agregó: “Las empresas se hacen a base de la gente, del talento que tenemos dentro, entonces estos últimos tres años hemos trabajado mucho en eso, en el tema del talento, en el tema de cuidar a esa gente que tenemos”, reconociendo que estos títulos no se hubieran logrado sin el apoyo de sus colaboradores.
El avance es de todos los días
Por otro lado, con la visión que la caracteriza ha concretado el avance de importantes negocios inmobiliarios, en donde a través de Vicasa Desarrollos, Grupo Alerta fue pionero de Mazatlán en la construcción de complejos verticales de gran magnitud como lo son Camino al Mar y Aguamarina Talismán, catalogado como uno de los proyectos más importantes de la zona norte del país, en su momento.
“Para Grupo Alerta es también empezar a apostarle a un tema diferente para el mismo grupo, en constante cambio, con actores nuevos todos los días”, platicó sobre la manera en la que calendariza su tiempo para acaparar todas las necesidades de las distintas áreas que abarca la empresa que preside.
Los retos siempre han sido parte de la vida de Carmen, por lo que no teme afrontarlos con veracidad y capacidad resolutiva; tanto que las planeaciones estratégicas que ya se contemplan para los próximos cuatros años están medidas y llevarán a Grupo Alerta a explorar nuevos campos que seguramente serán exitosos con la perspectiva desde donde apunta su directriz.
GRUPO ALERTA EN NÚMEROS
- 80 años desde su fundación
- 11 años con Carmen Espinosa como Directora
- Con presencia en 28 ciudades de 9 estados
- Alrededor de 3500 colaboradores activos